Chile dormirá hoy como líder del Grupo H tras acabar por fin (1-0) con la imbatibilidad de Suiza, la selección que más minutos ha permanecido sin encajar un gol (559) en la historia de los Mundiales.
A la selección chilena le costó, eso sí, tres cuartos de partido perforar la portería de Benaglio, ante una Suiza que jugó una hora con un hombres menos y que fue incapaz de disparar entre los tres palos de la portería defendida por Bravo.
Hasta la expulsión de Behrami -por una agresión a Vidal a la media hora de juego- Suiza había controlado bastante bien a Chile, que sólo había inquietado a Benaglio en un doble remate desde fuera del área de Carmona y Vidal que obligó a lucirse, por dos veces, al portero helvético.
Lejos de cobijarse atrás esperando una contra como hizo frente a España, el equipo que dirige Ottmar Hitzfeld se enfrentó a la supremacía chilena en la posesión del esférico yendo a buscar el partido más arriba, empujando desde el centro del campo, presionando la salida de balón del rival.
Así frenó el ímpetu del combinado sudamericano, pero su fútbol tosco no le alcanzó para poner en apuros la meta defendida por Bravo. Con un Frei renqueante -pareció resentirse de su lesión y fue el sacrificado tras la expulsión de Behrami para dar entrada a Barnetta- y un N'Kufo muy solo arriba, Suiza no inquietó a su oponente en toda la primera mitad.
Menos aún cuando se quedó con diez. A partir de entonces, renunció definitivamente al ataque y fue una Suiza mucho más parecida a la que se enfrentó a la selección española. Sin embargo, en esta ocasión, los jugadores chilenos, que no se perdieron detalle de la inesperada derrota de los hombres de Vicente del Bosque, venían con la lección bien aprendida.
La que dice que a un equipo como el suizo, disciplinado, rápido en el repliegue y muy ordenado atrás, se le debe atacar moviendo el balón a una enorme velocidad, acelerando la transición defensa-ataque y utilizando las bandas.
Así acabó Chile el primer tiempo: imprimiendo una velocidad endiablada a su fútbol y volcada con Alexis Sánchez y Beausejour por las alas. Y más ofensivo empezó aún el segundo periodo, porque Marcelo Bielsa sentó en el descanso a un lateral, Vidal, para dar entrada a otro extremo, Mark González, y también puso a Valdivia por Suazo, falto de ritmo tras estar las últimas tres semanas de baja.
Chile puso cerco a la portería de Benaglio. Un asedio que empezó con un gol anulado a Alexis Sánchez por fuera de juego posicional, un mano a mano del propio Sánchez que no supo resolver con acierto y un cabezazo de Mark González a la salida de un córner que se marchó fuera por poco.
Sin embargo, pasaban los minutos y el conjunto chileno no daba con la fórmula para perforar la portería contraria. Suiza, en cambio, cada vez se encontraba más cómoda, más en su papel de equipo al que le encanta practicar ese fútbol de desgaste que tanto desespera a sus rivales.
Hitzfeld sentó a N'Kufo y dio entrada al joven Derdiyok, un punta de refresco, uno de esos 'cazabalones' al espacio que pueden anotar en una contra inesperada.
Pero esa contra no llegó y Chile encontró el premio a sus insistencia a un cuarto de hora para el final. Valdivia dibujó un pase entre líneas para Paredes, que recogió en posición dudosa y centró desde la línea de fondo para que Mark González cabeceara a gol en el segundo palo.
El propio Paredes, que había entrado hacía pocos minutos sustituyendo a Matías Fernández, tuvo dos contragolpes clarísimos para sentenciar en la recta final del choque, pero en ninguno estuvo acertado en el remate.
Igual que Derdiyok, que tuvo en el último minuto el gol del empate en sus botas en la única jugada elaborada de Suiza durante todo el partido, pero su remate desde el punto de penalti, con Bravo prácticamente batido, salió rozando el poste.
Fuente: Agencias
ALINEACIONES:
CHILE: Bravo; Jara, Medel, Ponce, Isla, Carmona, Vidal (Mark González min.46), Matías Fernández (Paredes min.64), Alexis Sánchez, Suazo (Valdivia min.46) y Beausejour
SUIZA: Benaglio; Lichtsteiner, Von Bergen, Grichting, Ziegler, Inler, Huggel, Behrami, Gelson Fernandes (Bunjaku min.76), Frei (Barnetta min.42) y N'Kufo (Derdiyok min.68)
GOLES: 1-0 Mark González (min. 75)
RESUMEN:
Sin ansiedad, sin nervios, sin aparente presión. España ha saltado al histórico Ellis Park a disipar dudas ante una débil Honduras. Lo han conseguido rápido, esta vez con un juego más directo buscando al titular Torres y a un eléctrico Villa, que ha sorprendido por la izquierda.
El equipo de Del Bosque se ha adueñado del partido desde el inicio, como contra Suiza, y se ha dedicado a jugar en el área hondureña. En la primera llegada el árbitro no ha visto una mano de Izaguirre que tendría que haber sido penalti. Pero España no llora. Y Villa, a quien se notaba especialmente enchufado, la ha mandado al larguero en el primer aviso claro. El 'Guaje' tenía hambre, hambre de gol.
En el siguiente acercamiento de La Roja, otro penalti que no se le ha escapado al japonés Nishimura. Empujón sobre Ramos, que se fue al suelo viendo pasar el balón por encima. Pero no había tiempo para protestar. España intentaba entrar por la derecha, con Navas, pero a la que lo probó por la izquierda, Villa la ha enchufado tras una jugada espectacular. Diagonal veloz, recorte y remate cayendo para colocarla prácticamente en la escuadra. Sensacional.
Y tras el gol, ha continuado el espectáculo. Pero que nadie se engañe. El guión, tras el tanto del asturiano, ha sido muy parecido al del partido ante los helvéticos. Toque, toque y más toque, pero sin efectividad. Una ocasión de Xavi, que no ha llegado al centro de Navas, otra de Ramos y dos de Torres, que debe recuperar la puntería.
Pero tras el descanso la selección de Del Bosque ha vuelto a mostrar su mejor versión. Jugada rápida, al primer toque, la pelota llega a Navas y el extremo del Sevilla la deja atrás para Villa. El asturiano ha cargado su pierna derecha y sin pensárselo ha disparado para conseguir el segundo.
A partir de aquí se ha rendido Honduras. La superioridad española ha sido evidente sobretodo entrando por las bandas. Autopista para Navas en la derecha y, en una de sus internadas, el sevillano ha provocado penalti. Villa ha querido el 'hat-trick', pero incomprensiblemente el balón se ha marchado fuera acariciando el palo.
España ha estado llegando con comodidad y peligro. Del Bosque ha dado entrada a Cesc Fàbregas, Mata y Arbeloa. Pero España ha funcionado cuando ha jugado rápido. Cuando ha corrido la pelota, vaya.
Pero con la tranquilidad que daba el marcador, 'La Roja' se ha adornado demasiado. Ante Honduras se tenía que golear para tener un buen 'average' e ir con cierta calma al próximo choque contra Chile. Tocará coger la calculadora. Con una victoria por la mínima contra el equipo de Bielsa, España se aseguría el pase a la siguiente fase y sería primera de grupo si Suiza no gana por dos goles o más.
Fuente: Ferrán Martínez (mundodeportivo.es)
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