EL SILENCIO DE LOS CORDEROS
TITULO: El silencio de los corderos
DIRECTOR: Jonathan Demme
Reparto: Jodie Foster, Anthony Hopkins, Scotte Glenn y Brooke Smith
AÑO: 1991
NACIONALIDAD: Estados Unidos
GUIÓN: Ted Tally y Thomas Harris
FOTOGRAFÍA: Tak Fujimoto
MÚSICA: Howard Shore
PRODUCTOR: Ron Bozman, Edward Saxon y Kenneth Utt
MONTAJE: Craig McKay
DURACIÓN: 114 Min.
ESTRENO EN ESPAÑA: 6 de Septiembre de 1991
GENERO: Suspense
OSCARS: Ganadora de 5 premios: Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor, Mejor Actriz y Mejor Guión Adaptado
El silencio de los corderos es una novela editada en 1988 por el escritor Thomas Harris, y fue la secuela de El dragón rojo, escrita por el mismo autor en 1981 y la cual, también fue llevada al cine. En ésta última se da a conocer por primera vez al asesino en serie Hannibal Lecter.
La película centra principalmente su trama en Clarice Starling, una joven agente del FBI, que es escogida para hacer un cuestionario al sanguinario Hannibal Lecter, recluído desde hace ocho años en un psiquiátrico de Baltimore tras ser acusado de cometer crímenes mediante el canibalismo. Dicho encuentro tendrá como objetivo saber el paradero de un asesino apodado Buffalo Bill, responsable de matar a varias adolescentes. Lecter, a pesar de ser cordial en todo momento, decide no ayudar a la agente. Tras abandonar el lugar, Clarice y Jack Craword, cabeza visible de la división del FBI en perfiles psicológicos, encuentran en la boca de una de las últimas víctimas de Bill una crisálida de mariposa, una pista que será muy importante en el devenir posterior de la trama.
Mientras eso ocurre Catherine Martin, una joven de familia muy acaudalada, es secuestrada por Buffalo Bill motivo por el cual Clarice va a visitar a Hannibal de nuevo. Éste finalmente decide ofrecerle la información a cambio de lo que el llama un “quid pro quo”, es decir, él le pregunta a la agente cosas sobre su vida personal y ella le pregunta lo que quiera sobre Buffalo Bill. Tras eso, la policía lleva a Lecter a presencia de la madre de Catherine, la chica secuestrada, que resulta ser una senadora de los Estados Unidos en Tennessee. Tras burlarse de la pena de la señora, retienen a Hannibal en dicho condado a través de una jaula gigante bien vigilida.
Una vez allí, Clarice y él vuelven a mantener una nueva conversación a cambio, como no, de algún secreto de la joven.
Después de que la agente fuera echada por los guardias de seguridad, tras vivir un momento tenso con el loco doctor, Hannibal logra escapar asesinando a los dos vigilantes que lo controlaban. Con una huída digna de una mente perversa como él, el FBI se quedaba sin su máximo referente a la hora de lograr pistas definitivas sobre Buffalo Bill. A pesar de eso la búsqueda de este asesino de adolescentes continúa su curso: Clarice, junto a los demás agentes, van en su busca pero tras una confusión acaban en sitios muy distintos.
Entramos ya en el mundo de las curiosidades ya que en esta película hay muchas y muy variadas. Primero decir que el papel de Hanibal Lecter primero se lo ofrecieron a Jack Nicholson, pero éste lo rechazó. Después del “no” tan rotundo de Nicholson, suponemos que por miedo a encasillarse, se barajó un amplio abanico de actores para interpretar al asesino caníbal en el cual se encontraban Brian Cox, Jeremy Irons, Robert Duvall y Anthony Hopkins. Finalmente la carrera la ganó éste último, que siempre explica que para el tono de voz que pone en la película intentó mezclar las voces de Truman Capote y Katherine Hepburn. Casi nada. Eso sí, nunca le preguntéis el por qué su personaje nunca parpadea, porque el actor siempre se enfada. Desconocemos la causa. Eso sí, recordemos que gracias a esas pequeñas cosas, Hopkins ganó el Oscar al mejor actor a pesar de que su personaje aparece tan sólo 16 minutos en pantalla, de los 114 que dura la película.
Acabo comentándoos que para quien no haya visto la película, y para quien la haya visto también, preste atención a la multitud de cameos que en ella aparecen. Principal atención sobretodo el que tiene el cantante Chris Isaak, ni más ni menos, que como comandante de SWAT. Además, también colaboran en la película el director de cine Roger Corman como director del FBI, el también director, pero en este caso experto en zombies George A. Romero como agente del FBI en Memphis y, el propio director de El silencio de los corderos, Jonathan Demme que al final de la película lo veréis ataviado con una gorra azul.
OPINIÓN PERSONAL:
La verdad es que poco más tengo que añadir para uno de los mejores thrillers de los años noventa. Ya no sólo por todo lo que se habló de ella en su día, sino porque en la gala de los Oscar de ese año, todo lo que se llevó lo hizo con total merecimiento. Ante eso, pocas palabras se deben añadir más.
Destacar, como no, la gran actuación de Jodie Foster, interpretando a una mujer de mirada dura y que, a pesar de todo lo que se le viene encima, tan solo logra alterarse al final de la película. Como no, también destacar a Anthony Hopkins, interpretando casi al mismísimo demonio. Un Oscar bien merecido para ellos.
Decir que en su día esta película fue criticada por repulsiva y si ahora la ves, pues te das cuenta, evidentemente de que para ella el tiempo le ha pasado factura, ya que esa repulsividad no te afecta tanto como creías. Quizás su estética ochentera tampoco ayuda mucho. El caso es que, ya sea en pasado, en presente y en futuro, recordaremos el personaje de Hannibal Lecter para siempre.
PUNTUACIÓN: 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario