MVP. El trio mágico del Barça puso los goles en una final dominada de principio a fin por los hombres de Pep Guardiola. Pedro, Messi y Villa -quién si no- fueron los encargados de reflejar en el marcador el dominio rotundo azulgrana sobre el cuidado césped de Wembley.
Los 'diablos rojos' fueron finalmente unos angelitos en manos del Barça, que en todo momento dejó claro que era el firme candidato a ganar su cuarta Champions. Un póquer de copas que lo eleva un peldaño en el escalafón de los grandes clubs europeos.
Y finalmente fue Abidal, titular en el lateral izquierdo, y no Puyol, que no saltó al campo hasta el min. 87, quién se colocó el brazalete de capitán para recoger 'la orejona'. La cuarta en la historia del Barça.
El partido empezó como la final de Roma. Con el Manchester United atacando y amenazando el área de Valdés, que tuvo que hacer algunas intervenciones de mérito para evitar que los de Ferguson se adelantaran en el marcador. Pasados lo primeros quince minutos de rigor, el FC Barcelona empezó a carburar.
Iniesta y Xavi se apoderaron de la pelota, conectando con Messi, Pedro y Villa, el trío MVP. Fueron estos dos últimos los que gozaron de las primeras oportunidades del conjunto azulgrana, justo cuando en las gradas se oían con más fuerza a los seguidores del Barça apoyando a su equipo. La aproximación más peligrosa fue un chute de Villa en el min. 20, el primero entre los tres palos de la porteria de Van der Sar.
Era el primer aviso de que la cosa iba en serio. Lo intentó Messi un minuto después pero la defensa abortó la operación del crack argentino. El Manchester seguía confiando en el contragolpe para superar a un rival que ya se había apoderado del balón. Así amenazó en un par de ocasiones el área de Valdés, pero sin éxito.
Messi volvió a intentarlo en el min. 24. Fue el último aviso. En la siguiente aproximación azulgrana el radar de Xavi detectó a Pedro a su derecha y lanzó un pase magistral al canario, que puso el broche de oro con un disparó a la izquierda de Van der Sar para marcar el gol que abría el marcador y disparaba la euforia de los culés en el min. 27.
Guardiola celebró el tanto con un estallido de alegría como el que recorrió a toda la afición barcelonista. Pero la felicidad duró sólo siete minutos. Los que transcurrieron hasta que una jugada trenzada por el Manchester frente al área del Barça acabara con un pase de Giggs -en posición de fuera de juego- a Rooney, que en el min. 34 fusiló a Valdés y empató el partido con un disparo a media altura que pilló al meta barcelonista algo adelantado.Lo siguió intentando el Barça, convertido en amo y señor del balón. Inentó traducir su dominio en gol con lanzamientos de Xavi e Iniesta desde fuera del área, pero sin éxito. Podría haberlo conseguido en el min. 41, cuando Pedro estuvo a pocos centímetros de rematar una falta ensayada que lanzó Xavi y le centró Busquets.
O un minuto más tarde, cuando Messi recogió el balón en el círculo central y lanzó una de sus galopadas. Antes de entrar en el área cedió la pelota a Villa, que lo acompañaba por la derecha. El asturiano prefirió devolverle el balón en lugar de intentar perforar la portería de Van der Sar, pero Messi no llegó al remate por muy poco.
En el inicio de la segunda mitad, el Barça mantuvo el dominio del partido y forzó dos saques de esquina en el primer minuto. Pero no llegó a intimidar al Manchester. Un nuevo contragolpe de los ingleses protagonizado por Rooney llevó el peligro al área azulgrana, pero no tuvo mayores consecuencias.
Fruto del control total del balón, el Barça volvió a intimidar a unos 'diablos rojos' convertidos casi en amables angelitos. Avisó Alves, que en el min. 51 obligó a Van der Sar a demostrar sus buenas cualidades y a sacar una mano que dejó la pelota a los pies de Messi, pero su chute fue rechazado por la defensa.
Lo mejor estaba por llegar. Sólo dos minutos más tarde el argentino rescató un balón en el centro del campo y puso la directa hacia portería. Al llegar al balcón del área no se lo pensó lo más mínimo y lanzó un zapatazo ajustado al palo izquierdo de Van der Sar que sorprendió al meta holandés para hacer justicia y colocar el 2-1 al marcador.
A partir de aquí, fue más de lo mismo. El Manchester era un espectador más del partido. Con Messi en plan estelar en la mediapunta azulgrana se sucedieron las ocasiones. Sólo las tarjetas que el árbitro húngaro Kassai decidió perdonar a Valencia, y sí mostró a Alves (min. 59) y a Carrick (min. 60) rompieron el recital barcelonista sobre la alfombra verde del mítico Wembley.
Messi lo volvió a intentar en el min. 62 y el gol rondó el área del Manchester de nuevo en el min. 64, con Alves rompiendo el fuera de juego por la derecha y centrando para que el crack argentino intentara una de sus genialidades, con un taconazo a un palmo de la línea de meta al que Pedro no consiguió llegar. Unos minutos más tarde serían Xavi, primero, e Iniesta, después, quien probaría suerte también desde la larga distancia obligando a lucirse a Van der Sar.
Seguía el Barça robando balones en el centro del campo con un Manchester entregado incapaz de poner en aprietos al mejor equipo del mundo. Era cuestión de tiempo que la balanza se acabara de decantar a favor de los hombres de Guardiola.
Villa no podía elegir un mejor día ni un mejor escenario para poner fin a su sequía goleadora. En el min. 69, el delantero asturiano decidió probar suerte también desde lejos y logró un gol maravilloso. El balón se coló por la escuadra para sellar la abrumadora exhibición barcelonista y situar el definitivo 3-1 en el marcador de Wembley.
El equipo de Sir Alex Ferguson intentó reponerse a base de achuchones, pero sólo Rooney pudo disparar con algo de peligro sobre la portería de un Valdés, que estuvo ausente prácticamente toda la segunda parte, hasta que en el min. 83 sacó los puños para cortar una ocasión de 'Chicharito' Hernández.
Tampoco le funcionaron los cambios -Nani y Scholes entraron por Fabio y Carrick- y el campeón de la Premier siguió siendo un juguete en manos del líder de la Liga española y nuevo campeón europeo. Lo intentó el portugués con un chute desde fuera del área en el min.84, en el que era el segundo y último remate de los ingleses en la segunda parte. Ninguno entre los tres palos.
La grada empezaba a corear con fuerza el himno del Barça y a gritar "Campeones, campeones" justo cuando Kassai no dejó pasar una nueva entrada sobre Messi de Valencia (min. 78), que acabó viendo la tarjeta amarilla. La misma que vería Valdés en el min. 84 porqué el colegiado consideró que estaba perdiendo tiempo en el lanzamiento de un saque de puerta.
Con el partido encarrilado, Guardiola dio entrada a Keita por Villa (min. 84) y a Puyol (min. 87) por Dani Alves. Los intentos desesperados del Manchester en la recta final no generaron ningún peligro y un contragolpe del Barça lo intentó culminar Iniesta con una vaselina que fue interceptada por Van der Sar. En el descuento, Afellay sustituyó a Pedro y aún tuvo tiempo de probar suerte y obligar a su compatriota, que se despedía del fútbol en este encuentro, a lanzarse al suelo para interceptar su disparo nada más saltar al terreno de juego.
Con el pitido final, explotó la euforia. Una vez más el equipo que cuenta todas sus finales menos una por victorias se impuso con rotundidad a un rival que buscaba la revancha de Roma y tuvo una nueva ración de lo mismo.
Fuente: Joan F. Domenech (elmundodeportivo.es)
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